La oración de los rectos es su gozo

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¿Obramos con rectitud y seguimos la vo-luntad revelada por Dios? En este caso, oremos mucho y con fe. Si nuestra oración es agradable a Dios, jamás omitiremos hacerlo que a Él le place. Él no mira ni la gramática, ni la metafísica,ni la retórica de nuestras oraciones. Como padre se complace en los balbuceos de sus pequeñuelos. ¿No deberíamos gozarnos nosotros en la oración, ya que Dios tanto se goza en ella? Llevemos nuestras súplicas ante su trono. El Señor nos presenta sobradas razones para orar, y deberíamos darle gracias porque así es.

Charles Spurgeon, meditación para el día 18 de marzo en su Libro de Cheques del Banco de la fe.